quédese con el cambio: Ritos funerarios en la antigüedad

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miércoles, 10 de diciembre de 2014

Ritos funerarios en la antigüedad


1.       A la muerte de un familiar la familia procede al lavado del cadáver, se le viste con sus mejores galas y es coronado con flores o con un turbante por las mujeres  de la casa, donde era llorado por los deudos, las mujeres y las plañideras, pudiendo ser éstas alquiladas o forzadas, como lo fueron las troyanas ante el cadáver de Patroclo.

2.       Durante uno o más días se expone el cadáver a los ojos de los vecinos y amigos, costumbre que recibe el nombre de próthesis. Acabada la exposición se transporta el cuerpo en procesión a las afueras de la ciudad, donde será inhumado o cremado. A esta procesión se la denomina  ekphorá.   Antifonte. Platón, Las Leyes 960 a.

3.       Tras la cremación se recogían cuidadosamente los huesos, se juntaban y se encerraban  en una urna.  

4.       Los enterramientos individuales, tras la cremación del cadáver en la pira fueron aprovechados por las familias nobles para, tratando al muerto como algo más que un individuo mortal, incrementar su poder y prestigio político-social. El trato dado al muerto repercutía, sin duda alguna, en el prestigio de su familia: a mayor boato de las honras fúnebres, mayor prestigio político-social del clan1

5.       Al enterrar al muerto, se le ofrecían regalos que los deudos se encargaban de exhibir para mostrar su desapego de los bienes y su particular afecto al finado. Algunos se quemaban, otros no.

6.       También se le ofrecen sacrificios de animales y hombres. Aquiles, por ejemplo, sacrificó sobre la pira de Patroclo un buen número de ovejas, toros, caballos, perros y doce cautivos troyanos.

7.    Antes del sacrificio se arrojaba sobre la víctima y sobre el altar unos granos de cebada y se la rociaba con agua lustral. 

8.       A continuación se celebra el banquete que reanimaba y reconfortaba los vivos que habían sobrevivido al deudo muerto. Y, luego, se celebraban concursos o competiciones  deportivas, llamados agônes, los cuales también podían ser poéticos, como los que Hesíodo recitó en la celebración de los juegos funerarios en honor de Anfidamante de Calcide.  A partir del siglo VII  a. C. en torno a los santuarios se celebraban juegos funerarios en honor de los héroes a los que en ellos se rendía culto. Se institucionalizan así los juegos panhelénicos.

9.       Hacia el siglo IV a.C. ya no se incineraban los cuerpos sino que se inhumaban. No obstante, es más que probable que se inmolaran e incineraran ciertos animales en honor del muerto.

10.   Sobre el muerto se imponía una lápida, un sêma, una señal o marca destinada a indicar su paradero por toda la eternidad.

11.   Los deudos estaban obligados a honrar y cuidar esta tumba y la memoria del difunto llevándole ofrendas al tercer día de su muerte, al noveno día, al cumplirse la treintena, y luego una vez al año.  

12.   La nekysia era el día dedicado a la memoria de los muertos. La genésia, el dedicado a la memoria de los padres y antepasados muertos.

13.   Una tumba era lugar sagrado. Si te postras ante la tumba de alguien en posición de suplicante, sería una impiedad arrancarte de ahí, aunque seas un delincuente.

1                     La mitología griega: lenguaje de dioses y hombres. Antonio López Eire. María  Henar Velasco. Arco Libros, 2012.

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