De los millares de
seres terribles que ha inventado la literatura universal, el más terrible, sin
duda, por motivos que cualquiera conoce, es el Dios del Antiguo Testamento; una
mezcla de Sauron, que siempre te ve, y de capo de la Mafia, que si lo ves tú,
aunque sea por un casual, apareces tieso en una cuneta y les dicen a tus
familiares que fue un mal tropiezo. Pero de las mil quinientas páginas largas y
en papel biblia que tiene este libro, el personaje que más me ha inquietado
desde niño es uno al que sólo se le dedican un par de líneas. El ángel de la
espada de fuego. Personaje secundario donde los haya, sin frase y sin nombre
propio, es, sin embargo, como uno de esos retratos de Leonardo da Vinci, que
con cuatro trazos tienes el currículum de su alma frente a los ojos.
BARRA DE TITULO
sábado, 25 de octubre de 2014
sábado, 18 de octubre de 2014
LOBO SIN DUEÑO
Hoy es el cumpleaños de Pablo Guerrero.
Y ahí encuentra uno excusa para hacer un artículo que no le canse a usted hablándole
de corruptos, tarjetas amañadas, políticos sin escrúpulos, mafias, ébolas, y
otras miserias ajenas. Porque lo triste no es que nos desvalijen impunemente la
cartera sino que estén dejándonos mondos de ilusiones. Han contaminado el
paisaje. Y, lo que es peor, han emponzoñado el paisaje literario, que no hay
manera de entrar en un periódico sin mancharse los dedos de desilusión. Por eso
conviene recordar fechas como las de hoy.
sábado, 11 de octubre de 2014
DECISIÓN FUNDAMENTAL
Es el 5 de junio de 1975. Una chica camina por la calle 13 del Low East Side de Nueva York. Si los
hombres voltean la cabeza a su paso no es solo porque su rozagante vestido de
gasa blanca le va dando de puñadas al viento ni por su melena de pelo largo y
negro como un incendio sin llamas, es que es joven, es hermosa, es extranjera y
lleva en las manos un estuche de violín. Es por todo esto y porque pocas cosas
cautivan tanto como ver caminar a una esfinge. Dice Vargas Llosa, o uno de sus
personajes de La fiesta del Chivo,
que nada logra excitar a los hombres como el romper el virgo a una mujer joven.
Mentira. Nada más excitante que el misterio de la belleza inabordable. Por eso
a esta muchacha se le detiene un auto a su paso, baja la ventanilla y una mujer
le pregunta que si en verdad es músico y sabe tocar el violín. A ambas
preguntas responde que sí. Junto a la mujer, un hombre se oculta en la penumbra.
Es este hombre misterioso el que le pide que suba y que les acompañe. Ella quiere
saber quiénes son y el tipo responde que músicos gitanos que andan de gira.
Mentira. El tipo es Bob Dylan y al verla ha tenido una intuición. Pero ella aún
no lo sabe. Lo único que sabe es que ha de decidir: subir venciendo dudas
y miedos o continuar su viaje a vete tú a saber dónde. Como los caballeros
antiguos en un cruce de caminos. Tomar una decisión o dejar que decida el caballo. Acaso la
decisión más importante de su vida, aunque esta muchacha aún no lo sabe.
viernes, 3 de octubre de 2014
GANARSE LA VIDA
Me he plantado
en las oficinas del Instituto Cervantes de Holanda a ofrecerme como profesor de
español. A priori no suena a tontería, después de todo soy filólogo licenciado
y con experiencia docente, pero a la mujer que me atendió casi le da un patatús
de la risa. Llega usted con diez años de retraso, me dijo. El español ya no
interesa, estuvo de moda cuando ganamos los mundiales, cuando el boom del
ladrillo. Ya, pensé yo, y cuando Lope de Vega, pero es que yo necesito el
trabajo ahora. Es que ahora, dijo leyéndome el pensamiento, a los cursos de
español se apuntan cuatro gatos. Acaso tenga usted más suerte con otro tipo de
tareas. Aquí a los españoles los quieren para cosas manuales. A ver, qué sabe
usted hacer con sus manos, me preguntó. Con las manos, estuve a un tris de
decirle, sé saludar en molinillo como la reina de Inglaterra y repartir hostias
como un mono. Pero me contuve porque entiendo que gente con esas habilidades
tampoco hace falta en Holanda.
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